¿Cuál es la estructura de una franquicia? | Claudio
Una franquicia es un modelo de negocio que ha ganado una enorme popularidad en los últimos años. No en vano, permite a los emprendedores operar bajo el nombre y el sistema de una marca reconocida. En este artículo, vamos a conocer cuál es la estructura de una franquicia y los elementos que la integran.
La estructura, como veremos a continuación, se basa en un contrato entre dos partes:
- El franquiciador: propietario de la marca y del sistema de negocio.
- El franquiciado: quien adquiere el derecho de llevar la marca de ese negocio bajo una serie de condiciones.
¿Cuál es la estructura de una franquicia?
El franquiciador, el contrato de franquicia, la marca y la propiedad intelectual y las tarifas iniciales, las regalías y la exclusividad son, en suma, los diferentes elementos que conforman la estructura de una franquicia. Veamos en qué consiste cada uno de ellos de forma pormenorizada.
Franquiciador
El franquiciador es una figura que desempeña la empresa que posee la marca y el modelo de negocio. Su principal cometido es el de otorgar una licencia al franquiciado para que este lleve el negocio de su marca adelante.
El franquiciador es quien establece las normas y los estándares que deben seguirse para mantener la calidad de la franquicia. Además, proporciona apoyo y asesoramiento continuo, asistencia en marketing y acceso a sistemas de operación y gestión del negocio. Un claro ejemplo de ello es, precisamente, el Grupo GADISA como franquiciador de los supermercados Claudio.
Contrato de franquicia
El contrato de franquicia es otro de los elementos que forman parte de la estructura en una franquicia. Hablamos aquí de un documento en el que se reflejan los derechos y obligaciones del franquiciado y el franquiciador. Se incluyen aquí el uso de la marca, el acceso a los procedimientos de gestión, el asesoramiento continuo, etc.
Además, el contrato de franquicia regula las tarifas iniciales y las regalías, así como los términos de duración.
Marca y propiedad intelectual
La marca y la propiedad intelectual definen la identidad y el carácter de la franquicia. Pero, al mismo tiempo, son indispensables para el éxito y la expansión de la misma. Una marca fuerte y reconocida atrae tanto a clientes como a franquiciados.
La propiedad intelectual, por su parte, incluye las patentes, los derechos de autor y los secretos comerciales. Este elemento de la estructura de una franquicia se encarga de proteger las innovaciones y el conocimiento exclusivo de la franquicia.
Tarifas iniciales, regalías y exclusividad
Por último, tenemos que hablar de las tarifas iniciales, las regalías y la exclusividad. Cada una de ellas las podemos definir de la siguiente manera:
- Tarifas iniciales. Pagos únicos que el franquiciado realiza al franquiciador para iniciar la relación de franquicia. Cubren los derechos de uso de la marca, la capacitación inicial y el apoyo en el comienzo del negocio.
- Regalías. Pagos periódicos que el franquiciado paga por el asesoramiento continuo, el uso de la marca y otros servicios proporcionados por el franquiciador.
- Exclusividad. Garantiza al franquiciado un mercado sin competencia de otros franquiciados de la misma marca. De esta forma, protege su inversión y su oportunidad de negocio.
Estas son, en definitiva, las diferentes partes que conforman la estructura de una franquicia. Todas ellas pueden verse perfectamente en nuestra franquicia de supermercados Claudio.